El CBD puede resultar muy útil para tratar los ataques de pánico y ayudar a mitigar la ansiedad que los provoca y provoca. Pero primero veámos...
¿Qué son los ataques de pánico?
Un ataque de pánico se caracteriza por la aparición de un miedo o sensación de ansiedad repentina e intensa que rápidamente se vuelve incontrolable.
Se acompaña de síntomas físicos como dolor en el pecho, sensación de asfixia, palpitaciones, aumento de la sudoración o escalofríos, dolor de cabeza. Y desde síntomas cognitivos como el miedo a volverse loco o morir, sensaciones que durante la crisis de pánico parecen absolutamente reales.
Los ataques de pánico aparecen de repente y normalmente el primer ataque de pánico es muy aterrador, hasta el punto de que el propio miedo a un nuevo ataque se convierte en pánico, desencadenándose un peligroso círculo vicioso.
El miedo a sufrir ataques de pánico y a estar en lugares o condiciones donde sería difícil controlarlos puede llevar a la evitación social y al miedo a estar rodeado de gente o solo. Por lo tanto, la vida diaria de quienes sufren ataques de pánico a menudo se vuelve limitada y hacer incluso cosas aparentemente simples como tomar el metro, el tren, ver a los amigos o quedarse solo en casa puede resultar difícil de gestionar.
No poder seguir llevando la vida como de costumbre puede generar una sensación de frustración y abatimiento que, a la larga, también puede conducir a la depresión, que a menudo se asocia con el trastorno de pánico.
Si se subestiman, los ataques de pánico pueden llegar a ser verdaderamente incapacitantes, por lo que es importante intervenir lo antes posible para encontrar estrategias que permitan contener y gestionar los ataques sin dejar de llevar una vida normal.
En primer lugar, es importante aprender a reconocer las características y síntomas de los ataques de pánico para no confundirlos con síntomas potencialmente peligrosos a nivel orgánico.
¿Cuáles son los síntomas de un ataque de pánico?
Algunos de los síntomas de un ataque de pánico incluyen sensaciones físicas que pueden alertarnos y aumentar nuestro pánico. Si siento un dolor en el pecho porque estoy teniendo un ataque de pánico, pero me convenzo de que estoy a punto de sufrir un infarto, sólo facilitaré el ataque de pánico, pero afortunadamente mi corazón no corre peligro.
Si sabes que te encuentras en un período particularmente estresante, estos son algunos de los principales síntomas de los ataques de pánico que debes conocer:
- Taquicardia
- Palpitaciones
- Dolor en el pecho
- Molestias en el pecho
- Mareo
- Temblor
- Sudoración repentina
- Sensación de mareo
- Náuseas
- Dolor de cabeza
- Hormigueo
- Sensación de asfixia
Estos síntomas, a menudo malinterpretados como signos muy graves a pesar de que repetidas pruebas médicas demuestran lo contrario, están asociados al gran miedo a enfermar, a estar a punto de morir o a volverse loco.
También existe la posibilidad de que los síntomas se manifiesten sólo mínimamente sin que resulte en un verdadero ataque de pánico. Se denominan ataques paucisintomáticos y quienes los experimentan normalmente ya han experimentado un ataque de pánico completo.
¿Cuánto dura un ataque de pánico?
Un ataque de pánico dura una media de 5 a 30 minutos, pero puede durar incluso más, es muy subjetivo.
La intensidad y frecuencia de los ataques de pánico también son subjetivas, pueden ser muy frecuentes pero menos intensos o menos frecuentes pero muy intensos.
Un diagnóstico de ataque de pánico requiere al menos dos ataques repentinos, pero quienes lo padecen suelen experimentar muchos más.
¿Qué causa los ataques de pánico?
Los ataques de pánico pueden aparecer en momentos particularmente estresantes o de grandes cambios. El primer ataque suele producirse en el momento álgido de una situación especialmente estresante.
Existen algunos factores que podrían favorecer un episodio de pánico, por ejemplo:
- El cambio de la escuela a la universidad
- El duelo o luto
- Haber sido víctima de un trauma
- Una sesión de examen particularmente difícil
- Problemas financieros
- Nueva casa o nuevo trabajo/negocio
- El matrimonio o la convivencia
- El nacimiento de un niño
Reconocer que estás en una situación especialmente estresante e intentar dar pequeños pasos para solucionar el problema puede ser muy útil, especialmente para evitar que los ataques de pánico se conviertan en un trastorno crónico.
¿Cuál es el mejor calmante natural para los ataques de pánico?
El aceite de CBD puede ser un apoyo natural muy eficaz para los trastornos de ansiedad y los ataques de pánico.
Como sabes, el CBD (cannabidiol) es un cannabinoide de la planta de cannabis, libre de efectos psicoactivos, con diversos efectos beneficiosos. Varios estudios científicos que se han centrado en el CBD y los trastornos de ansiedad han investigado sus efectos en trastornos como el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de estrés postraumático y los ataques de pánico.
En este estudio sobre efectos del CBD en los ataques de pánico, por ejemplo, los investigadores realizaron investigaciones utilizando CBD tanto en humanos como en animales sanos, demostrando un claro efecto ansiolítico del cannabidiol en todos los sujetos que participaron en la investigación.
Este estudio sobre los efectos del cannabidiol en los trastornos de ansiedad juvenil, informa que el CBD es un ansiolítico natural pero eficaz, puede ayudar en casos de ansiedad y depresión y sobre todo tiene un perfil riesgo-beneficio más que positivo porque es seguro y no invasivo.
¿Cómo afrontar los ataques de pánico?
Gran parte del trabajo activo para controlar tus ataques de pánico y deshacerte poco a poco de ellos sólo puedes realizarlo tú. Aunque podemos darte algunos consejos muy útiles que te ayudarán en ese camino:
Meditación o atención plena: la atención plena y la meditación pueden promover el distanciamiento adecuado de los síntomas físicos y la concentración en el presente. Se trata de ejercicios que se centran en aprender a reconocer pensamientos, emociones y sensaciones físicas y su carácter transitorio. Esta práctica de conciencia te ayuda a construir tus propias herramientas para reconocer inmediatamente los ataques de pánico, contenerlos y gestionarlos.
Respiración: no nos damos cuenta pero a menudo respiramos mal. La respiración guiada orientada a la relajación ayuda de forma casi mecánica a relajar el cuerpo y en consecuencia también la mente. Además, al centrarte en los tiempos de respiración, la mente se ocupa en una acción puntual y presente y esto también favorece la relajación y ayuda a "calmar" los pensamientos.
Actividad física: parece trivial pero no lo es. Moverse ayuda a liberar el estrés y la ansiedad acumulada y ciertamente ayuda a reducir tanto la intensidad como la frecuencia de los ataques de pánico, que de alguna manera son explosiones de ansiedad acumulada, como nubes hinchadas antes de una tormenta.
Psicoterapia: una herramienta fundamental para llegar a la raíz del problema, afrontar el trastorno de pánico de frente y empezar a conocernos profundamente, sin juzgarnos, con el objetivo de cuidar y preservar nuestra salud mental como lo hacemos con nuestra salud física, mejorando nuestra calidad de vida.
Manos ocupadas: Un ataque de pánico suele ser paralizante. El antídoto podría ser intentar desviar la concentración hacia algo físico: cerámica, pan, agujas, crochet, pintura. De manera diferente, cada una de estas actividades puede serte útil para ayudarte a centrarte en el aquí y ahora, y retomar el contacto con una parte material y concreta.
CBD: Gracias a su interacción con el sistema endocannabinoide, el cannabidiol realmente puede ayudarte a controlar los ataques de pánico y la ansiedad en general.
Alivia los ataques de pánico de forma natural con CBD
El CBD interactúa con los receptores presentes en nuestro sistema endocannabinoide, en particular con los receptores GABA, que tienen un papel importante en el sistema nervioso, y con los receptores de serotonina. A través de esta interacción, el CBD consigue reequilibrar las disfunciones del sistema provocando una consiguiente relajación física y mental.
Puede usarse regularmente para apoyar el cuerpo y la mente en caso de ansiedad y estrés y según sea necesario durante un ataque de pánico.
El uso constante de CBD ayudará a que el sistema endocannabinoide vuelva a equilibrarse, favoreciendo la relajación y la tranquilidad sin efectos secundarios ni efectos soporíferos.
Nuestra línea de aceite CBD CBDay contiene, además de CBD, una selección de terpenos calmantes y está diseñada específicamente para ayudar al cuerpo en caso de ataques de pánico, ansiedad y estrés.
El 5% es adecuado para trastornos de ansiedad leves, pero puede ser suficiente si nunca has probado el CBD. El 15%, en cambio, está diseñado específicamente para gestionar mejor los ataques de pánico en el caso de trastornos de ansiedad de intensidad media-fuerte.
Las gominolas con extracto de cáñamo y terpenos calmantes también son ideales para afrontar un ataque de pánico en público, antes de una presentación, en el tren, fuera de casa o en cualquier lugar donde te sientas incómodx. Una solución práctica y natural.